En este blog se ha escrito mucho sobre la
desidia reinante en el conocido como
Palacio de los Marín de Rodezno, pero no se ha escrito nunca, empero, de sus infames cristaleras. Hace pocos
días escribí un artículo, post o comentario, como vosotros queráis, titulado “Se acabó el aldeanismo en Nájera”,
pero esta casa tan importante y céntrica, sigue
siendo una vergüenza. La casa, ubicada en el nº 1 de la calle Cuatro
Cantones -ahora Garrán- consta de tres plantas en sillería, rehecha la
inferior, con vanos adintelados de placa, oreja, balcones y herrajes del siglo
XVII, y escudo en esquinazo a la Calle Mayor, sobre Cruz de Calatrava,
cuartelado primero de cinco cabezas de moro y brazo armado, segundo de torre,
tercero terciado en palo de bandas, tres lises y león rampante a árbol y medio
partido de espada tronchada por banda, cuarto de tres lises tronchado por
banda, y quinto en punta de ondas el todo con bordura de aspas. Estaba
construida ya para el año 1.675, por don Francisco Marín de Rodezno.