Siempre
he dicho que la libertad tiene un precio que no todos están dispuestos a pagar.
Y he de deciros que, después de toda una vida recibiendo injurias y ruines represalias, no me extraña que la
inmensa mayoría de vosotros no os queráis significar. Cuando creé el blog -hoy hace
cuatro años-, lo hice para que perdierais el miedo a pensar en voz alta, y
comenzarais a decir libremente todo aquello que os abrasa las entrañas. Porque
sé que todos vosotros tenéis mucho que decir. Pero sé también que cuesta mucho decirlo
porque no estamos acostumbrados a hacerlo sin recibir algún daño por ello. Yo
quería que todos los Cantores compondríais en este blog vuestras primeras
partituras para que, una vez roto el hielo, una vez dado el primer paso, no os
volviera a temblar la voz cuando tengáis que cuestionar todo lo cuestionable, y
denunciar todo lo que tengáis que denunciar. Y, aunque no lo he conseguido -ni
siquiera para darle el pésame a un amigo o conocido firmáis los comentarios-, quiero deciros de todo
corazón que estoy inmensamente agradecido de que me dejéis entrar en vuestras
casas y en vuestras vidas; de que me sigáis; de que estéis conmigo. Sin vuestro
aliento no sería posible aguantar lindezas como esta que un señorito de bien;
un pío de los de “con flores a María, que Madre nuestra es”, me envió por decir
la verdad: Eusebio, eres una mierda como
persona y pido perdón a la mierda por compararla contigo, eres un nazi, un
gestapista, un cabrón e hijo de puta como la copa de un pino, eres miseria
humana, eres dañino, retorcido y destructivo. Ójala todo el mal que deseas a
los demás el bendito te lo sirva en bandeja el día que menos te lo esperes, en
mi vida he conocido a una persona peor que tú, cacho mierda, disfrutas hablando
del mal de la gente y dañando a las personas, eres un indigno malnacido. -¡Y
encima me llamó censor por no publicárselo!- Los que me seguís sabéis que jamás
le he deseado el mal a nadie. ¡Ni al peor de mis enemigos! Es más, entre el
medio millar de lindezas que conservo, hay muchas de ellas que van dirigidas a
personas de a pie, a concejales y a la propia alcaldesa. Pero por muchas que me
envíen, jamás leerá nadie aquí ningún comentario que haga alusión a las personas;
a sus manías; a sus defectos físicos o psíquicos. Yo me meto con los cargos.
Nunca con quienes los ostentan. Y la inmensa mayoría de las veces ni eso:
Simplemente me dedico a denunciar abierta, honesta y libremente todo lo que a mi juicio
está mal. Y seguiré haciéndolo, a pesar de que el Gobierno del PP aprobara ayer, en solitario, la franquista Ley de Seguridad Ciudadana, mientras vosotros, Cantores míos, estéis conmigo dándome aliento. ¡Gracias a todos!