Carta a los Reyes Magos.
Queridos Reyes Magos. Nunca me trajisteis lo que yo os había pedido; mas no me importa, porque eran simples caprichos de niño. En esta ocasión sí que espero de todo corazón ver mi deseo cumplido. Quiero que me traigáis Salud y Trabajo. Sé muy bien que no es ninguna nadería lo que ahora mismo os pido. Y soy consciente de la dificultad que entraña el que podáis concederme lo que fervientemente os solicito. Pero sé, también, que en vuestras manos está el complacerme, porque, además de Magos, sois los que lleváis las riendas de este país que se desangra asediado por el coronavirus y los despidos. No sé si me he portado lo suficientemente bien como para merecer ser atendido; pero sé que vosotros, con vuestra infinita magnanimidad, podéis ponerle a esta sangrienta herida un balsámico apósito. Quiero deciros que en esta ocasión no es necesario que me lo dejéis la misma noche de Reyes; me basta con saber que me lo concedéis, y que no lo vais a echar en olvido.