Un operario de Foccsa, limpiando la carretera. |
Tal y como ha quedado demostrado una vez más,
señorita alcaldesa, con la caída de una piedra durante la noche del
jueves al viernes en el talud de Peñaescalera, la seguridad no está garantizada
ni para vehículos ni para personas, tal y como usted afirmó, toda altanera,
en el transcurso del pleno extraordinario celebrado a finales de
Diciembre, en el que se aprobaron los presupuestos de la ciudad para el 2013.
Estoy más que harto de decirle que la solución a ese problema es mucho más compleja,
y que es absolutamente necesario el que usted se desprenda de la soberbia que
la caracteriza, y acepte la mano de la oposición, y juntos acudan a pedir ayuda
a Bruselas. El desprendimiento, afortunadamente, solo provocó alarma,
pero el día menos pensado va a ocurrir una tragedia. Porque aunque la caída de
rocas no es muy frecuente, sí lo es, empero, la caída de tierra (a mí me cayó un
montón en el techo del coche), y eso le va a hacer perder el control del vehículo
a cualquier conductor, saliéndose de la carretera, o chocando con otro que
circule en dirección contraria. Así que déjese usted de falacias y de pueriles
triunfalismos, y comience a trabajar en serio sobre este gravísimo problema.
Eso sí que se lo agradecerían de verdad los ciudadanos, y no las chorradas que hace de
cuando en cuando para intentar hacer ver que Nájera y los najerinos le preocupan. Queda usted
avisada. Jamás podrá utilizar en su favor el desconocimiento de las
consecuencias de su conducta temeraria.