Que se estén llevando a
cabo las obras del Puente de Piedra sin que haya ningún operario dirigiendo el
tráfico es algo inaudito. Trabajar como lo están haciendo es exponer a los
miembros de la Brigada de Obras a que sufran un atropello. No es de recibo que
los conductores circulen por el Puente de Piedra a su libre albedrío, sin que
nadie les de o les niegue el paso, ni siquiera los jueves de mercadillo. No sé qué
está ocurriendo en nuestro Ayuntamiento, pero jamás pensé que llegaría a ver
esto.