Desde que limpiaron la parcela que linda
con la Iglesia La Inmaculada, las ratas que vivían entre la basura, los chopos
y la maleza que allí había, están desperdigadas por los alrededores de dicha
Iglesia en busca de un nuevo refugio. Son muchos los vecinos de la zona que se
han topado con ellas. Y algunos han contemplado estupefactos cómo intentaban
subirse a lo alto de los coches que aparcan allí cada día. Ante esta
desagradable situación, los vecinos de la zona le piden al Ayuntamiento de
Nájera que tome medidas.