Al final, nuestros gobernantes se han salido con la suya. El Silo es ya
casi un recuerdo para quienes hemos crecido con él. Y lo peor de todo es que
nadie nos ha explicado por qué lo que hace años era una insensatez, propia de
dementes, es ahora una necesidad tan urgente. Tampoco han sido muy explícitos
con los poquitos najerinos que hemos preguntado por qué no se ha rehabilitado
en lugar de tirarlo: “Es que rehabilitarlo cuesta un millón de euros”, nos han
contestado. Ya sé que el derribo del Silo, a la inmensa mayoría de los
najerinos se la trae al pairo. Pero sé también que se podían haber hecho
cantidad de cosas muy necesarias y beneficiosas para los barrios altos,
manteniendo, además, un edificio singular de mediados del siglo pasado. Pero
para qué vamos a hablar de pijadas como esta, cuando se han cargado un
Polideportivo nuevo, con el silencio cómplice de todos los najerinos, y se
están cargando el viejo Centro de Salud para construir el dichoso Najeraforum, gastándose
más de un millón de euros, para que vayan allí a pasar el día en invierno los
mil ochocientos parados que tenemos.