Confieso que no he
hablado con Gloria Martínez. Pero me juego la tecla Ñ de mi ordenador a que la
pobre mujer ha estado todo el puente pasando la aguja sin hilo. Causa una
profunda tristeza comprobar hasta qué punto nos hemos deshumanizado los
najerinos. En mis tiempos, si alguien hubiese montado un Rastrillo como el que
ha montado Gloria para recaudar fondos para ACAB, seguro que se queda sin
existencias el primer día, aunque la mitad de lo adquirido por los najerinos en
el Rastrillo se lo hubiesen regalado después a los vecinos, familiares o
amigos. Y es que antes en Nájera éramos una familia, y aunque no cagáramos de
hambre, todos colaborábamos desinteresadamente en las causas justas. En el
Rastrillo de este año había cosas preciosas, a precios casi simbólicos. Y, sin
embargo, me consta que muy poquitos najerinos hemos acudido. Quienes conocemos
de cerca esta terrible enfermedad, valoramos en lo que valen los esfuerzos de
Gloria, y padecemos el desinterés, cuando no desdén, de los najerinos. Sé que
corren malos tiempos -y aún van a correr mucho peores-, pero hay causas en las
que no colaborar no tiene ningún pretexto. No sé qué hará mi buena Amiga Gloria
en el futuro, pero yo, en su lugar, no volvería a montar en Nájera un Rastrillo
en muchísimo tiempo.