Nada más tomar posesión
de sus cargos, en Junio de 2015, los gobernantes socialistas dijeron que iban a
solucionar el problema de la casa en ruinas sita en la calle Cantarranas. Pero
lo cierto es que, a tres meses de las nuevas elecciones, no solo no lo han
solucionado, sino que lo han agravado cortando la calle con un andamio cubierto
con toldos.