Si hace unos días os hablaba de unos peregrinos que están haciendo el
Camino de Santiago con tractores de principios del siglo pasado, hoy os hablo
de quienes lo hacen en burro. Más que nada por lo curioso que es ver a uno de
estos preciosos brutos en la puerta de un supermercado, esperando a que su
dueño haga la compra. Cuando lo vi, me recordó la canción del Último de la Fila:
“Como un burro amarrado a la puerta de un baile”.