Pepe y yo, en la presentación de mi libro. |
Ayer se nos fue un eximio najerino. José
Luis Sáez Lerena, que es como se llamaba mi buen Amigo, además de haber sido el
primer alcalde democrático de nuestra ciudad -1979-1983-, fue corresponsal de
prensa y radio; actor y presentador de numerosas obras de teatro, sainetes y
actos benéficos; archivero del Monasterio de Santa María La Real; Presidente
de la Asamblea Local y Comarcal de Cruz Roja Española; promotor, colaborador, corrector
y divulgador de las “Crónicas najerenses”; Secretario del primer Instituto de
Enseñanza Secundaria de nuestra ciudad;
fundador de Astena: Asociación de Teatro de Nájera; miembro fundador de la Peña Taurina; amante de Nájera y su Historia; amigo de sus amigos, y, sobre todo, un hombre
bueno. La ciudad de Nájera tiene una deuda con él. Porque Pepe fue uno de sus
mejores hijos, a pesar de que ningún Ayuntamiento se lo haya reconocido. Yo
tuve el privilegio de conocerlo y puedo decir, sin temor a equivocarme, que es
una iniquidad que a este buen hombre se le haya escamoteado en vida un homenaje
público. Y lo peor de todo, es que algunos de los que se lo han escamoteado,
acudieron raudos y veloces al tanatorio a hacerse la foto. Y yo, que siempre lo
he llevado y lo llevaré en mi corazón, no he podido acudir a su sepelio. Así es
esta puñetera vida, Amigo Pepe. ¡Descansa en paz! ¡Lo tienes bien merecido!