Cuando se estaban realizando las obras de derribo de los edificios que
aún quedan en pie en la zona del Alcázar, se ha desprendido parte de la muralla
de la conocida popularmente como la primera era. Como recordaréis, el Ayuntamiento
de Nájera, gracias a una subvención de 120.000 euros concedida por el CEIP, en
vez de continuar con las excavaciones del Alcázar hasta recuperarlo entero, y
dotarlo de todos los elementos que han ido apareciendo, para poder mostrárselo al
mundo entero, está construyendo un corral de vacas. Las obras consisten
fundamentalmente en ampliar el camino de subida al Alcázar, arreglando las
escaleras; derribar los dos edificios que quedan en pie, convirtiéndolos en
“zona verde aterrazada”; conservar -si es que no se caen antes- los muros
antiguos, sustentados por jardineras hechas con traviesas de ferrocarril;
recuperar el muro defensivo con una altura de dos metros -este es el que se ha
desprendido-; construir una escalera de acceso a la primera era, donde se hará
un mirador hacia las habitaciones y los retretes de las casas de la calle San
Jaime, con paneles informativos e iluminación, para que duerman mejor;
construir otra escalera de acceso a la era superior, y, finalmente, hacer allí
otro mirador con paneles informativos, farolas, bancos -digo yo que también
pondrán papeleras- y una valla de protección hecha con postes de madera
tratada, con certificación medioambiental. Pero lo más interesante de todo
sería saber quién se ha dedicado a hacer pintadas en las murallas del Alcázar,
para hacerle un monumento.