El Ayuntamiento ha
recibido informe favorable de la CHE para la realización de las actuaciones de
retirada de áridos de la isleta aguas abajo del Puente de San Juan de Ortega y de
las labores de desbroce de la isleta del Puente de la Pasarela aguas arriba y aguas
abajo. Esta autorización ha llegado con registro de entrada al Ayuntamiento el
13 de Noviembre. Debido a esta tardanza en remitir la autorización -5 meses y
medio-, la Consejería de Medio Ambiente no va a poder realizar las
actuaciones que se habían acordado, consistentes en una mejora del hábitat
piscícola mediante colocación de bolos en el río y plantación en determinados
tramos de las orillas de arbustos y árboles de bajo porte, para la estabilización
de las orillas y el sombreado del cauce. El motivo por el que la Consejería no
va a acometer estas actuaciones es por el comienzo del periodo de freza de la
trucha. Cabe decir que el río Najerilla, a su paso por el tramo urbano, está
modificado por obras de escollera que conforman un cauce homogéneo y rectilíneo,
y que además se encuentra con los pilares de los puentes de la Pasarela y de
San Juan de Ortega, lo que genera unos efectos que de forma natural en un río
naturalizado no se producirían. Estos efectos son la acumulación de áridos y
crecimiento de vegetación en el centro del cauce. Si bien el río tiene sus
propias dinámicas, éstas también están condicionadas a las precipitaciones, muy
escasas este año, y a la presa de Mansilla que regula el régimen de las
avenidas. Es decir, hace falta más agua para que el río sea más río, y a menos
agua, mas problemas. La especial circunstancia de acumulación de gravas aguas
abajo del Puente de Piedra, en la margen derecha, hace que gran parte del
caudal vaya pegado a la margen izquierda, suponiendo una amenaza para la
escollera, muy frágil ya, de esa orilla.
Los Técnicos de las entidades con competencias en el río, CHE y Medio Natural,
son los que han asesorado a este Ayuntamiento en la determinación de las
actuaciones a llevar a cabo y cómo han de ser llevadas, con una serie de
condicionantes, como el de no afectar el curso actual de las aguas, atravesar
el río lo mínimo posible, respetar la vegetación de las orillas, y actuar en
las isletas hasta alcanzar el nivel de las aguas, sin profundizar sobre el cauce.
Sabiendo que este tema es especialmente sensible, y que habrá quienes piensen
que no se ha hecho lo suficiente y quienes consideren que no es necesario hacer
actuación alguna, el compromiso es el de seguir buscando la mejor fórmula para
que las actuaciones sobre el río sean las mejores en cuanto a conseguir un río
de mejores cualidades medioambientales, que también atienda las cuestiones
sociales y de disfrute, pero siguiendo siempre la senda de un mejor río.
Rechazando cualquier tentación de canalización mediante escollera o de
alteración que convierta un río en un mero curso de agua sin vida, ya que más
allá de su belleza, los beneficios ambientales de un río en buenas condiciones
son, a presente y a futuro, garantía de una mejor calidad de vida para quienes
estamos ahora y para las generaciones venideras .
Jaime Bravo