El
pasado jueves, 27 de Noviembre de 2014, debido al tránsito de maquinaria pesada
por la segunda era y el camino que va a las cuevas del “Fuerte”, se
desprendieron unas cuantas rocas de un macizo que se va a caer entero sobre el
camino que va de Pasomalo a las Peñas. Esta es otra de las consecuencias de la
feliz idea de la alcaldesa Marta Martínez, y del concejal de Obras, Diego
Rodríguez, de convertir una zona de yacimientos en un corral de vacas. Y lo
peor de todo -esto sí que es una tropelía, señor Diego- es que el Ayuntamiento
abandonó a su suerte a quienes tienen viviendas debajo del monte, dejándoselas
fuera de ordenación, y haciéndolos a ellos responsables de los daños humanos y
materiales que puedan causar la caída de rocas.