Anteayer, cuando me
dirigía al Albergue de Peregrinos Municipal a hacer esta fotografía para
colgárosla y deciros que las vistas que les ofrecemos a los miles de peregrinos
que pernoctan allí, son una forma maravillosa de tender puentes con diferentes
ciudades y países, sin terminar de
enfocar la cámara, una peregrina de unos cincuenta años, dirigiéndose a mí, me dijo algo así: “dis is a sein”. Yo,
como os he confesado infinidad de veces en distintos medios, incluido este, no
tengo ni puñetera idea de inglés -apenas domino el castellano-, pero me sonó
raro. Y, después de intentar en vano hacerme entender, me despedí cortésmente de
ella y me vine a casa cagando leches a buscar el significado de lo que me había
dicho. Y mirad por donde, descubrí que esas vistas son algo que
sonroja por igual a propios y extraños.