Siempre que paso repartiendo el correo por el Cultubar me digo lo mismo:
¿Por qué no convocarán un “Concurso de frases cortas” para ponérselas a esos
magníficos peregrinos? Y el otro día no me valió la paciencia y se lo propuse a
sus dueños, haciéndoles saber que no es menester dotarlo de premios en
metálico, sino invitar a un vermú ilustrado a los tres ganadores, e ir poniéndolos
por semanas o por meses, según el ingenio. Y como a ellos les pareció de
maravilla, aquí estoy yo, proponiéndooslo. Podéis entregarlos allí mismo, o, en
su defecto, enviármelos a mí. ¡Vosotros mismos!