Al igual que en el genial Western “La conquista del Oeste”, dirigido en
1962, nada menos que por cuatro directores: Henry Hathaway, George Marshall,
John Ford y Richard Thorpe, en la que los colonos se enfrentan a porfía a toda
clase de obstáculos por conseguir las mejores tierras del Oeste (esta película
la coleccionamos los de mi generación con los cromos que salían en el chocolate
“Hueso”), las pobres señoras que salen del Eroski con sus carros de la compra
(también les ocurre a las madres que van con sus hijos en silla o en coche) y
quieren cruzar por el paso de cebra elevado a la acera de enfrente, tienen que
enfrentarse a cantidad de dificultades porque se les quedan encajonadas las
ruedas entre el hueco que ha quedado en la brea levantada del paso de peatones
y la acera. Lo que pasa es que estas señoras tienen el agravante, sobre todo
los jueves, de jugársela con una cantidad ingente de coches. Es una pena que en la fotografía
no se aprecie bien esta “barrera arquitectónica”. No obstante, cualquiera que
quiera comprobar lo que digo, no tiene nada más que esperar en ese lugar unos
instantes. Desconozco qué clase de solución tiene esto, pero el Ayuntamiento
tiene que remediarlo inmediatamente.