El Ayuntamiento de Nájera tiene una
oportunidad única para hacerse con la casa conocida popularmente como “Palacio
de los Marín de Rodezno”, ya que sus propietarios la ponen en venta. 600.000
euros tienen la culpa. Creo honestamente que este edificio debería ser
municipal y no caer en manos privadas. Al margen de que en él puedan construirse
un montón de servicios: Parador, Albergue, Hotel con Encanto…, de momento
podríamos tener una de las Oficinas de Turismo más importantes de La Rioja. La
ubicación, al igual que la oportunidad, es única. Para los de mi generación,
este edificio tiene una gran carga sentimental, además de su valor histórico. La
casa consta de tres plantas en sillería, rehecha la inferior, con vanos
adintelados de placa, oreja, balcones y herrajes del siglo XVII, y escudo en
esquinazo a la Calle Mayor, sobre Cruz de Calatrava, cuartelado primero de
cinco cabezas de moro y brazo armado, segundo de torre, tercero terciado en
palo de bandas, tres lises y león rampante a árbol y medio partido de espada
tronchada por banda, cuarto de tres lises tronchado por banda, y quinto en
punta de ondas el todo con bordura de aspas. Estaba construida ya para el año
1.675, por don Francisco Marín de Rodezno. En sus bajos estuvieron ubicadas durante
muchos años, la tienda “Almacenes Hidalgo” y el “Windy Bar,” en la Calle Cuatro
Cantones, y en la Calle Mayor, además de un tercio de la misma tienda:
“Almacenes Hidalgo,” la lóbrega tienda de la Angelita, en la que se vendían
botijos, huchas, tiestos y cazuelas de todos los tamaños, hechos con barro,
además de cucharas y toda suerte de útiles de madera, vino, gaseosa, atún en
aceite y algunos productos más. Muchos años después de que esta tienda cerrara,
mi amiga Chuchi y su difunto marido, Victorino de Santiago, pusieron allí una
churrería, para seguir la tradición del señor Leandro Ochoa, padre de la
primera. Aquí tienen una oportunidad única, también, la exalcaldesa, Marta
Martínez, la senadora, Francisca Mendiola, y el Presidente de La Rioja, José
Ignacio Ceniceros, para demostrar que es cierto ese amor hacia Nájera y los
najerinos que tanto pregonan.