Nájera ha recuperado este año algo del desaparecido espíritu sanjuanero,
gracias, especialmente, a los gaiteros y a los “Chiguitos de Marcelino”. Entre
las Vueltas de San Juan y las de San Pedro, en ese espacio de tiempo muerto,
salieron los gaiteros, primero, y los “Chiguitos de Marcelino”, después, a alegrar
nuestras calles con sus dulzainas y sus instrumentos de cuerda,
retrotrayéndonos a aquellos tiempos en los que gaiteros, cuadrillas najerinas, rondallas,
rondadores y copleros, animaban a todas las horas del día el calendario
sanjuanero. ¡Benditos sean, pues, por ello!