Este plátano -el de
mayor porte de todos los que tenemos en el Paseo de San Julián-, que no lo toque
nadie, porque no está ni sano ni enfermo. Está muerto. Por consiguiente,
talarlo no está entre las prioridades de nuestro Equipo de Gobierno. Aquí no se
tala un árbol si con ello no se causa revuelo.