En la mañana de ayer, miembros de la Brigada de Obras del
Ayuntamiento de Nájera estuvieron reconstruyendo el muro del Alcázar, colocando
las piedras que encontraron, en su sitio. Ya me canso de denunciar los
diferentes atropellos que se están cometiendo en este otrora santo lugar, sin
que nadie haga nada por impedirlo. Cualquier día, al amanecer, nos echaremos
las manos a la cabeza al observar que nos hemos quedado sin muro. ¡Qué bien
estaba el Alcázar enterrado!