Como ya os he dicho en alguna ocasión, cuando la empresa encargada de las
obras de canalización del gas se encuentra trabajando en alguna de nuestras
calles, me gusta interesarme por lo que queda al descubierto. Gracias a esta
costumbre he visto cosas muy curiosas. La última ha sido esta semana en la
calle Alesanco, más conocida por los de mi generación como la “calle de
Chibirica”. Se trata del nacimiento de un pilar o pilastra que hacía esquina, y
de la entrada a la casona, fábrica o lo que fuera. Porque se da la
circunstancia de que ha aparecido en medio de la antedicha calle, y cuando el
indiano –si llega a irse a Madrid se hubiese convertido en personaje galdosiano-
llegó a nuestra ciudad y fundó “Villa Pilar”, creó también alguna fábrica o
casona en lo que aún era Santa Eugenia. Sea como fuere, lo que me desconcierta
es la buenísima conservación de la piedra -parece muy reciente-, y una tubería
que hay justo en la entrada de la puerta. En las fotos no se aprecia bien,
porque la esquina la tuve que sacar –por capricho del sol- torcida, y el tubo
del agua apenas se distingue. Lo importante es que gracias al Arqueólogo que
vigila las obras, los restos históricos se han respetado con una escrupulosidad
encomiable, para que algún día, un historiador cualificado nos descubra la historia tan
interesante que tapan nuestras calles.