¡A quién se le ocurre osar llevarle la contraria a la proba alcaldesa, en vísperas de venir a visitarla su probo presidente! ¡Pardiez! Seguro que el Guarda Forestal que, cumpliendo con su deber, fue a parar a la Brigada de Obras del Ayuntamiento de Nájera, cuando ésta estaba dejando el río como un trigal recién cosechado, desconoce dos cosas fundamentales en este pueblo. A saber, que aquí nunca hay que cumplir con tu deber (“atontao”), porque cumplir la ley acarrea problemas; retrasa las obras, y entorpece el normal desarrollo de la ciudad, (“manduca”). Y que lo que genera el río (“panoli”), no es flora, vegetación, yerba, bosque, sotobosque o como lo queráis llamar los Guardas Forestales y los impresentables de los ecologistas, ¡eso es MIERDA! Y la mierda hay que quitarla a todo correr cuando un presidente como el de ellos va a venir a inaugurar un puente, que, de no saber, como sabemos, que está en nuestra ciudad, podría ser el de cualquier circunvalación o autopista: Que es como tiene que estar todo dentro del casco urbano: Aséptico y funcional.
Así que, en lo sucesivo, señor Guarda Forestal, cuando vea a la Brigada de Obras descojonando el río, váyase a tomar un café o por el c…, y así se evitará el que tengan que ir a por usted una caterva de energúmenos, como le ocurrió el martes pasado, que no faltaba allí ni el apuntador.
Y si por si acaso alguien no lo pilla, decirle que el martes pasado, cuando ocurrió lo ya relatado, la alcaldesa, el primer teniente de alcalde, varios concejales, el aparejador y la madre que me parió, acorralaron al más puro estilo gansteril, al pobre forestal, por cumplir con su obligación.