He aquí una preciosa fotografía de Víctor García y sus hijos,
Victoriano, Antonio e Iluminada, dentro de la barra del famosísimo Bar el Mono
de Nájera, en los años 50. En ella no se ve el Mono que durante muchísimos años
tuvieron disecado sobre una gruesa rama. No sé si porque aún no lo tenían, o
porque queda fuera de la fotografía. Sea como fuere, este Bar y esta familia
fueron toda una institución en la vida najerina. Allí iban cantidad de
parroquianos a echar la partida entre irrespirables nubes de humo de tabaco
todos los días. (En Ferias, la gente de los pueblos tenía que hacer fila, a
pesar de existir otros Bares típicos de la “partida”, como el Royalty, el Náxara, el
Casino y el Círculo Católico.) Cuando yo comencé a ir al Mono con mis
diferentes cuadrillas, fue cuando abrieron la Discoteca donde hoy tienen el
restaurante, que, como ya os he contado en alguna ocasión, tuvieron que
cerrarla porque aquello parecía un Salón del viejo Oeste por las numerosas
peleas que había. Después, en los tiempos de la “revolución”, íbamos a él de
vinos veinticinco o treinta revolucionarios juntos, y a veces no les llegaba la
vajilla. Quiero recordar también al difunto Julio Lázaro, “Julito” para
nosotros, que nos atendía con una amabilidad exquisita, y al portero de la
Discoteca, Arturo Serrano, “Caireles”, que aunque no teníamos la edad para
entrar, al cogernos las entradas desviaba la vista. Afortunadamente, de los que
están en la fotografía solo falta el padre: El popular Víctor García.