No llevaba razón el gran cantante Nino
Bravo cuando decía aquello de “cuando
Dios hizo el Edén, pensó en América”, porque lo hizo en las márgenes del
fiero río Najerilla. Solo hacía falta descubrirlo. Y los concejales, Juan
Ignacio del Rey y Jaime Bravo, lo han descubierto. Es increíble que Nájera posea aún ese gran tesoro, después de haber
sufrido tantos atropellos. ¡Pero lo posee! Y yo os invito a todos los
Cantores a que lo visitéis para regocijo de vuestros sentidos. Se trata del Parque Natural del Najerilla,
ubicado frente al farallón de la Pirámide. Allí os sumergiréis en un mundo
etéreo, donde la balsámica umbría de las frondas del Parque, la alegre melodía
del río, y el celestial cántico de los pajarillos os harán renacer de nuevo. Si lo visitáis en silencio, decenas de
Mirlos, Picatroncos, Petirrojos, Carboneros, Herrerillos… os saldrán al
camino. Y en la otra orilla del río, donde permanecen ocultos los restos
arqueológicos de tiempos pretéritos, si eleváis la mirada, veréis Milanos, Azores, Cernícalos, Buitres, Golondrinas, Aviones y
Vencejos sobrevolando incansables el límpido Cielo. Como podéis ver,
tenemos la bandera de la vida a dos pasos del pueblo: El sublime verde de la arboleda, y el azul infinito del
inconmensurable Cielo.