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Cuando interpuse una denuncia contra el Ayuntamiento de Nájera por verter
directamente al río Najerilla las aguas fecales de la Residencia de Ancianos,
del Centro de Día y del Pabellón Multiusos, ante la Confederación Hidrográfica
del Ebro y la Consejería de Medio Ambiente de La Rioja, desde la Dirección
General de Medio Natural de La Rioja, a pesar de que la CHE ya le había impuesto
una multa (no recuerdo ahora mismo si de cinco o seis mil euros) al
Ayuntamiento, por estar probados los hechos denunciados, se me contestó diciéndome que no existía tal problema. Que
había sido solucionado en dos horas. A pesar de saber yo, porque los vi, que
estuvieron reunidos allí en varias
ocasiones, responsables de la EDAR que estaba a punto de inaugurarse, de la
CHE, de Medio Ambiente, de la construcción de los edificios citados y del Ayuntamiento, mirando a ver de
qué forma lo solucionaban. Ante esa contestación, yo advertí que no solo no
estaba solucionado el problema, sino que no lo iba a estar nunca si no se
hacían las cosas como Dios manda. Porque, además de ser muy costoso el
mantenimiento de la máquina elevadora o de bombeo, muchas veces está parada o
averiada. Mientras todo esto ocurría, el responsable de la Empresa encargada de
llevar el gas al Polígono Industrial, le sugirió en repetidas ocasiones a
nuestra modélica alcaldesa que aprovechara el hecho de que habían desecado el
río Najerilla para pasar los tubos del gas por debajo del lecho, para que pasara ella
los de las aguas fecales, y no le hizo ni puñetero caso. Pues bien. Ahora
mismo, lo que yo advertí se ha cumplido: Las aguas fecales están vertiéndose
directamente al río Najerilla, a través de un sobradero o aliviadero, por estar
parada o estropeada la máquina de bombeo. Aunque visto lo visto, igual me dicen
que he trucado la fotografía, y que son aguas pluviales lo que están vertiendo al río”. Este
artículo, comentario o post, como vosotros queráis, escrito el día 1 de Agosto
de 2012, tiene absoluta vigencia ahora mismo, porque nuestra depredadora e
incívica alcaldesa lleva más de quince días vertiendo directamente al río Najerilla las aguas
fecales de los edificios anteriormente citados y del casco antiguo. Y como sabe que lo más que le puede
ocurrir es que la Confederación Hidrográfica del Ebro (Medio Natural jamás le
va a hacer nada) le imponga una multa de cinco o seis mil euros (lo que costaba
haberle devuelto la dignidad a la Calle Mayor) que vamos a pagar todos los najerinos,
pues se queda tan tranquila. Distinto sería si en vez de seis mil euros le
impusieran cien mil, con responsabilidad civil; es decir, que los tuviera que
pagar ella de su bolsillo por negarse en su día a arreglar este grave e intolerable problema. Y es que con estos antecedentes, es eso, más la inhabilitación para
ejercer cargo público en lo que le resta de vida, lo que le tendrían que
imponer por incompetente, irresponsable y soberbia.