Alguien podría pensar que yo me dedico exclusivamente a hacer
fotografías en las fiestas de San Juan y San Pedro. Nada más erróneo. Cuando
terminan las Vueltas, comienza otra juerga en la que participo de lleno. Y es en
esos otros particulares Sanjuanes en los que la mayoría de los najerinos
sacamos lo mejor de nosotros, y, además de divertirnos de lo lindo, nos
abrazamos, nos besamos, nos contamos la vida, nos hermanamos, y, obviamente,
gracias al inefable Alfonso, nos fotografiamos.