Javi Méndez y Álvaro Bárcena se han
separado. -¡Ojalá solo sea que se han tomado un año sabático!- Posiblemente a
muchos de vosotros no os digan nada estos nombres. Pero si os digo que se trata
de “Ludovico”, ese dúo de asturianos que el año pasado nos hicieron vivir una
víspera de fiestas apoteósica con su buen hacer y su magnífica música, seguro
que no solo sabréis a qué me refiero, sino que sentiréis su separación igual
que yo. Cuando uno conoce a gente buena como la que nos ocupa, no puede creerse
que se separen. Porque no solo son unos grandes músicos, capaces de hacer
bailar y disfrutar a una terraza entera, sino que son personas buenas.
Íntegras. Sencillas. Hermosas. Yo tuve el privilegio de pasar unas horas con
ellos, y enseguida comprendí por qué triunfan. Cuando Manolo y Andrés me dieron
la noticia, me negaba a creérmela, porque contaba con volver a disfrutar este
año de su agradable compañía. Pero así es. ¡Así de puñetera es la vida! No
obstante, yo me resisto a creer que esta separación sea para toda la vida.
Javi, Álvaro, ¡no nos hagáis esto! Volved a juntaros cuando queráis, y venid a
Nájera a hacernos las delicias.