Ayer estuve en Logroño
viendo la comedia musical “La Familia Addams”, y salí maravillado. No se le
puede poner ni un solo pero. Todo es perfecto: El decorado, el vestuario, la
iluminación, el sonido, el maquillaje, la interpretación… Tanto es así, que,
aparte de los aplausos entre actos, al final de la comedia, todos los que
llenábamos el Teatro Bretón les dedicamos a los actores más de dos minutos de estentóreos, sinceros
y merecidos aplausos. Si podéis, ¡no os la perdáis!