Lo de Nájera no tiene
remedio. Ayer, estando tomando un corto en el Trinquete, dos turismos chocaron contra
el bordillo del parterre de la calle Descampado en cuestión de cinco minutos.
-Tal y como está ahora, para quien no conozca Nájera, corta el carril de
circulación por completo-. Y los que pudieron haber chocado, de no haber
colocado una valla amarilla Luisito. He de decir que el primero de ellos pudo
haber destrozado el coche, y que el sol tampoco ayudó mucho.