En la parte derecha, Jesús Niño, Mª José Bejarano, Jonás Olarte y Julio Nájera. |
Mañana, por primera vez
desde que se instauró la democracia en nuestro país, un concejal va a ser -o no-
reprobado en el Pleno Ordinario correspondiente al mes de Julio en el
Ayuntamiento de Nájera. La Moción la presenta Jesús Niño Ojeda, en nombre y
representación de la Agrupación de Electores Alternativa Najerina, porque,
según hicieron público, “no pueden tolerar
el uso lesivo de la permisibilidad que parecen ofrecer las redes sociales para
difundir recriminaciones y acusaciones injustificadas, hacia nuestra
agrupación, sus miembros y sus familiares”. Yo, obviamente, no sé qué harán
los ediles del Partido Popular y la de Cambia Nájera -siete en total-, que son
los que conforman actualmente la oposición. La vida me ha enseñado que no
siempre dos más dos suman cuatro. Sobre todo en política. Pero sí sé, empero,
lo que yo haría. Porque es una auténtica indecencia que el concejal de Cultura
del Ayuntamiento de Nájera se dedique a injuriar, ultrajar, denostar, zaherir,
humillar, vejar, agraviar y vilipendiar gratuita e impunemente a políticos y a
personas y familias que nada tienen que ver con el ejercicio u oficio de la
política, mientras la primera teniente de alcalde le aplaude con entusiasmo, y
el señor Alcalde lo consiente mansamente. Por consiguiente, si yo formara parte
del Ayuntamiento de Nájera, no solo apoyaría la reprobación del concejal de
Cultura, Julio Nájera González, sino que la haría extensiva a la primera
teniente de alcalde, María José Bejarano Prieto, y al Alcalde, Jonás Olarte
Fernández, por su censurable conducta.