Hace tiempo que este majestuoso plátano está aparentemente muerto. De hecho, la semana pasada, durante una tormenta, se le cayeron varias ramas al Paseo de San Julián sin causarle daño a ningún paseante. Ayer, el jardinero del Ayuntamiento de Nájera, Luis Zúñiga, conocedor de lo que le está ocurriendo, le inyectó una decena de bolsas de Xile Max para intentar salvarlo, y que en ocho o diez días vuelva a brotar. Ojalá lo logre, pero mucho me temo que este portentoso plátano tendrá que ser talado irremediablemente. Si así fuera, sería una tragedia.