Cuando
estamos a punto de terminar la legislatura, me veo en la obligación de volver a
colgaros un comentario que hice sobre la senadora Mendiola hace casi dos años.
Podría rehacerlo, eliminando lo de la Escuela de Patrimonio, pero os lo voy a
colgar tal cual está, con la condición de que vosotros cambiéis lo de la
Escuela de Patrimonio por los trágicos sucesos acaecidos en nuestra ciudad
estos últimos meses: Cierre de tiendas, desaparición de autónomos, aumento de
parados -más de mil ochocientos-, concurso de acreedores de Expomuebles, cierre
de Tallas Lica y del Matadero… Una situación muy sombría y preocupante para
todos los najerinos que, lejos de remitir, todo indica que va a agravarse,
mientras ella y los suyos miran para otro lado.
“¿Qué fue de la senadora
Mendiola?
¿Puede alguien decirme qué fue
de aquella senadora nuestra, que se pasó los cuatro años de la pasada
legislatura culpando a Zapatero de todo lo que ocurría en nuestra ciudad, en
nuestra región y en nuestro país? ¿Se ha retirado, por ventura, de la política?
Es increíble que una señora que en vísperas de las últimas elecciones osó decir
“que nunca nadie había hecho tanto daño a nuestro país, como Zapatero y Rubalcaba,
estando hoy España amenazada de ruina, con la economía estancada, con un enorme
déficit y con los mayores recortes sociales de la historia”, lleve ahora dos
años seguidos sin decir “esta boca es mía”. O que haya desaparecido del balcón
de su sede la infame pancarta que nos ridiculizó durante años a todos los
najerinos, en la que rezaba: “Zapatero tiene la Escuela de Patrimonio cerrada”.
¿Qué pasa, señora senadora, que ahora van mejor las cosas? ¿Se ha abierto,
quizá, la Escuela de Patrimonio, sin que yo lo sepa? ¿No tiene usted nada que
decir sobre la tragedia de que hayan tenido que cerrar casi todas las
industrias de nuestra ciudad y de La Rioja, dejando solo en Nájera a más de mil
quinientos obreros en el paro? ¿O sobre las más de doscientas familias najerinas
que ahora mismo están pasando hambre? ¿O sobre el escandaloso aumento de los
desahucios, la prostitución, las depresiones y los suicidios? ¿O sobre los
escandalosos casos de corrupción de su partido? ¿O sobre la marcha de nuestros
jóvenes talentos a Alemania, para ganarse el sustento? ¿O del incumplimiento
total y absoluto del compromiso que su jefe Rajoy adquirió con los españoles,
prometiéndoles no tocar el estado del bienestar, la enseñanza, la educación,
las pensiones, los derechos de los trabajadores…? ¿Le da a usted igual que
nuestra ciudad esté ahora mismo herida de muerte? ¿Cuántas proposiciones de ley
ha presentado usted en el Senado? ¿Cuántas ayudas ha solicitado para erradicar
problemas tan graves como el de los desprendimientos de rocas de nuestros
montes? ¿Cuántas subvenciones ha pedido a Bruselas para adherirnos a un “Plan
Integral de Rehabilitación de Cascos Antiguos”? ¿Cuántos proyectos ha
presentado para reactivar nuestra industria y nuestro comercio? ¿Cuántas
preguntas, propuestas, interpelaciones, demandas, proyectos ha hecho usted para
mejorar nuestro moribundo pueblo? ¿Qué le parece no haber llevado a cabo en
estos dos años ni uno solo de los proyectos prometidos en su deslumbrante
“Programa Electoral”, a pesar de tener tres liberados en nuestro Ayuntamiento?
¿Qué piensa usted, de que tengamos hundidas y llenas de baches y socavones
todas y cada una de nuestras plazas y calles? ¿Qué sensación le produce a usted
tener la otrora importantísima Calle Mayor hecha un adefesio, cuando se podía
haber arreglado por seis o siete mil euros? ¿Qué opina sobre la privatización
del agua…? ¡Díganos algo, señora senadora, aunque solo sea para que los
najerinos sepamos que no le ha comido a usted la lengua el gato! ¿O es que con
la marcha de Zapatero, se marcharon también sus reivindicaciones?”