¡Mejor se limpiarían ellos el alma!

¿Cómo pueden decir que esta maravilla es mierda?

    Hace unos días me dijeron que el Ayuntamiento va a limpiar el río Najerilla antes de las fiestas de San Juan Mártir y Santa María La Real. Que no lo ha hecho ya porque le falta la autorización de la CHE. Y yo, cuando oigo cosas como esta, me echo a temblar de pánico y de pena. De pánico, porque estos depredadores analfabetos que desgobiernan nuestro Ayuntamiento le llaman limpiar a masacrar el río Najerilla y todo su ecosistema. Y de pena, porque confunden Naturaleza con mierda. (¡Deberían obligarles a todos ellos a volver de nuevo a la Escuela!) Llevo un montón de años diciéndoles que el río es algo vivo que manifiesta su salud o la falta de ésta, a través de su fauna y su flora. Y puedo aseverar, sin temor a equivocarme, que ahora mismo, mi bienamado y maltratado río Najerilla, salvo en la pureza de sus aguas (pensad que de niños bebíamos directamente de él, tumbados en una de sus orillas, apoyando nuestras pequeñas manos en dos piedras), está igualito que en mi infancia: Mayestático. Precioso. Vivo. Es por ello que, conociendo como conozco la tozudez de la alcaldesa, espero y deseo de todo corazón que como mal menor, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) le prohíba meter máquinas excavadoras en el cauce del río, y la masacre se limite a podar las mimbreras y a quitarnos las flores, las hierbas, las aneas, los arbolillos y los arbustos que les sirven de corredor y refugio a los visones americanos y a las nutrias, y de imperecedero recuerdo de nuestra ciudad a peregrinos y turistas. Y no quiero finalizar este lamento, sin decirles a estos ineptos que nos desgobiernan, que lo que de verdad necesita una buena limpieza son sus almas, porque las tienen que tener bien negras por permitirse derrochar el dinero a espuertas en cosas superfluas, teniendo en unas condiciones tan ignominiosas al pueblo "que tanto aman".

¡Qué noche la de aquel día!

 "La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo". Platón.

   El pasado viernes por la noche, a pesar del aire fresco que corría por la hermosa ribera del majestuoso Najerilla, todos los que acudimos a las terrazas del Kien y del Parrales pudimos disfrutar del magnífico Concierto de Jazz que la Big Bure Band nos ofreció en un marco tan idílico. Es una auténtica delicia escuchar a esta Banda de Músicos, con mayúscula, en la que se encuentra nuestro gran saxofonista y Director, Ismael Peñaranda. Además de la maravillosa música que nos regalaron, tuvimos a un improvisado bailarín jovencísimo, que nos alegró aún más, si cabe, la noche, y la inesperada actuación de una excelente cantante, que nos dejó a todos con la boca abierta. Hoy le toca el turno al trío “La Perla”, en el mismo escenario y a la misma hora: 22’30. Seguro que Jesús Prado, Chuchi para los amigos, y sus compañeros, nos harán pasar otra noche hermosa. Y además, más calurosa.

Preludio de las fiestas.

   Aunque aún faltan dieciocho días para el comienzo oficial de las fiestas de San Juan Mártir y Santa María La Real, 2.013, el Ayuntamiento de Nájera, como preludio de las mismas, organizó ayer una Ginkana automovilística en los barrios altos, que estuvo concurridísima. Tanto es así, que a cualquier vecino de dichos barrios podría haberle parecido que Nájera estaba sitiada, por la cantidad de coches que iban de un lado para otro como locos, cual si buscaran desesperadamente una salida. Pero no, Cantores míos. Solamente se trataba de eso: un acto que se cayó por error del Programa de Fiestas. ¡Para que luego digan que no cuelgo cosas bonitas de Nájera!

La conquista de la acera de enfrente.

    Al igual que en el genial Western “La conquista del Oeste”, dirigido en 1962, nada menos que por cuatro directores: Henry Hathaway, George Marshall, John Ford y Richard Thorpe, en la que los colonos se enfrentan a porfía a toda clase de obstáculos por conseguir las mejores tierras del Oeste (esta película la coleccionamos los de mi generación con los cromos que salían en el chocolate “Hueso”), las pobres señoras que salen del Eroski con sus carros de la compra (también les ocurre a las madres que van con sus hijos en silla o en coche) y quieren cruzar por el paso de cebra elevado a la acera de enfrente, tienen que enfrentarse a cantidad de dificultades porque se les quedan encajonadas las ruedas entre el hueco que ha quedado en la brea levantada del paso de peatones y la acera. Lo que pasa es que estas señoras tienen el agravante, sobre todo los jueves, de jugársela con una cantidad ingente de coches. Es una pena que en la fotografía no se aprecie bien esta “barrera arquitectónica”. No obstante, cualquiera que quiera comprobar lo que digo, no tiene nada más que esperar en ese lugar unos instantes. Desconozco qué clase de solución tiene esto, pero el Ayuntamiento tiene que remediarlo inmediatamente.