Finalmente, el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de
Nájera no va a ubicar las dependencias del Juzgado de Paz en los bajos de la
casa palacio de los Marín de Rodezno, tal y como la oportunidad y la lógica les
indicaban. De haberlo hecho, habrían conseguido la mejor carambola de nuestra
historia: Erradicar una infamia intolerable -con 42 escalones y un barandado al
que nadie se puede agarrar-, cual es el Juzgado de Paz; devolverle el espacio
que éste ocupa al Museo Histórico Arqueológico Najerillense para poder exponer
mucho más material, y ubicar el Juzgado a cota cero, en el edificio más
emblemático, notable, valioso y céntrico de Nájera. ¡Es una lástima que no
tengamos mejores gestores en nuestra ciudad!