Ayer por la mañana
fueron instalados tres desratizadores ecológicos, en otros tantos puntos de la
ciudad. El que veis en la fotografía fue colocado en los contenedores de la
ribera del Najerilla, a la altura de la Pasarela. Estos aparatos, según le
explicó el Técnico a Jaime Bravo Barriuso, constan de tres pisos, a los que las
ratas entran por unos orificios -tres, concretamente-, y acceden por una
escalerita hasta el tercero, que es donde está la comida. Al llegar allí, el
suelo se hunde, y la rata cae al primero, donde hay un líquido que las adormece
hasta que mueren. El aparato lleva un reloj que va marcando todas las ratas que
van cayendo desde arriba hasta abajo, contándolas por unidades al principio, y
por decenas, después de un tiempo. Con este moderno método se consiguen dos
objetivos: Desratizar la ciudad, y no contaminar el río. Enhorabuena, pues, por
esta novedosa iniciativa, a Jaime Bravo Barriuso.