Nunca
una fuga les había creado tantos quebraderos de cabeza a los operarios de
Aqualia como la que los ha tenido buscando y arreglando esta semana en la calle Costanilla. El agua fluía como un río a la altura del número 50 de dicha
calle, pero la fuga no se oía a lo largo del recorrido hasta el número 80. Y lo
más desconcertante de todo era que el agua fluía por un tubo de drena. Esto
ocasionó que tuvieran que abrir media docena de zanjas en la acera, y que se
tuvieran que personar en el lugar un buen número de operarios de distintas
localidades, con los medios más sofisticados que tiene la empresa. Finalmente,
cuando los operarios de Nájera descubrieron que la fuga provenía de una antigua
soldadura en un tubo de polietileno, procedieron a su arreglo definitivo para
poder darles servicio de agua a los vecinos afectados. Con anterioridad ya se
les había dado a los que viven bajando hacia la Plaza de España, del número 48
al 2 de la calle Costanilla. Aunque ha sido detectada y arreglada la fuga, aún
siguen buscando el gran socavón que creó la fuga, e hizo que el agua encontrara
salida por un tubo inutilizado de drena. Y a pesar de haber realizado el arreglo con una
escrupulosidad y profesionalidad encomiables, parece ser que algún vecino no se
fía. Sea como fuere, lo que ha quedado demostrado una vez más, es que el agua
es muy caprichosa, y puede aparecer a un montón de metros de donde se encuentra
la fuga.