Muchas hemos sido las cuadrillas que hemos portado un polo gigante en
las fiestas de San Juan. Pero ninguna la que le ha dedicado una sola línea al
dueño de la Heladería JANZ. En estas otrora hermosas y entrañables fiestas de
Navidad (yo no puedo ser feliz sabiendo que millones de españoles están pasando
hambre), es de justicia acordarse de aquellos najerinos que se hicieron hueco
en nuestras infancia y juventud, por algún motivo, favor o detalle. Este es el
caso del difunto Josemari Zorzano, esposo de Amelia Noguerado (de ahí el nombre
de la Heladería JANZ: Josemari-Amelia Noguerado-Zorzano), que
desinteresadamente nos elaboraba un polo gigante, cuyo soporte: un palo
cilíndrico de haya, tenía que costarle un huevo. A mí particularmente, este
entrañable najerino me lo hizo muchos años. No sé si fue porque de pequeño
gastaba toda mi paga en los deliciosos polos de hielo de peseta (los domingos y festivos me
pasaba allí toda la tarde), o por ser hijo de mi bienamado padre. Pero como he
dicho antes, no fue solo a mí, sino a muchos najerinos a quien se lo hizo
durante muchísimos “sanjuanes”. Quede, pues, aquí inmortalizado para siempre,
este desinteresado y hermoso detalle. ¡Gracias por ello, Amigo Josemari, aunque
sea un poco tarde!