Las entidades Fundación
Nueva Cultura del Agua, Centro Ibérico de Restauración Fluvial, Ecologistas en
Acción, Amigos de la Tierra y AEMS-Ríos con Vida hemos participado en el proceso
abierto por el Ayuntamiento de Nájera para la recogida de propuestas, ideas,
recomendaciones o soluciones para el acondicionamiento de la margen derecha del
río Najerilla en su tramo urbano. Dichas entidades, que engloban una amplia
diversidad de ámbitos y personas expertas relacionadas con los ecosistemas
fluviales, su estudio, gestión, restauración, conservación y pesca sostenible,
mostramos nuestra satisfacción por la apertura de este proceso de recogida de
ideas entre la ciudadanía. De hecho, bien pudiera representar un punto de
inflexión en la gestión fluvial en Nájera, aunque lo consideramos insuficiente.
Los procesos participativos deben partir de la formación de la ciudadanía y
garantizar el desarrollo de debates entre las partes interesadas bajo el
asesoramiento de personas expertas y garantizar el seguimiento de los mismos.
Sin embargo, nada de esto se ha puesto en marcha en Nájera. En cualquier caso,
hemos querido hacer llegar una serie de propuestas generales a considerar en la
intervención que se vaya a desarrollar en este tramo fluvial. Para ello, desde
cada entidad hemos presentado diferentes propuestas, si bien todas ellas
presentan líneas de intervención comunes. En primer lugar, recordamos que los
problemas de erosión que viene sufriendo el tramo fluvial del río Najerilla en
Nájera en su margen derecha están relacionados con la rectificación,
estrechamiento y semicanalización del tramo fluvial, así como del
ajardinamiento de la ribera, llevados a cabo en la década de los 80 del siglo pasado.
Este estrechamiento del cauce implica que el mismo no tenga capacidad para
desaguar cuando se producen determinadas crecidas. En este sentido, remarcamos
que cualquier intervención que se haga debe considerar este aspecto y tratar de
revertirlo, y en ningún caso intensificarlo. Asimismo, cualquier actuación en
dicho tramo fluvial deberá proyectarse acorde al conocimiento científico y a la
normativa y estrategias en vigor: Directiva 2007/60 de Evaluación y Gestión de
los Riesgos de Inundación, Directiva Marco del Agua (DMA; 2000/60/CE) y
Estrategia Nacional de Restauración de Ríos (ENRR), del Ministerio para la
Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Entre los objetivos de este marco
normativo se encuentra minimizar los riesgos de inundación de la población y
proteger su patrimonio cultural y natural, garantizando el uso racional del
espacio fluvial y conservando y recuperando el buen estado ecológico de los
ríos. Una solución que integre todos estos componentes difícilmente podrá ser
tomada sin considerar el tramo fluvial en su conjunto, incluido el tramo aguas
arriba del núcleo urbano de Nájera. Se han de favorecer procesos naturales en
esa zona, cediendo espacio al río, para reducir su poder erosivo en el núcleo
urbano. Una intervención dura, del tipo de una escollera en las zonas
recientemente erosionadas aguas arriba, aumentaría la velocidad de la corriente
y su poder erosivo. De igual manera, una escollera en el talud erosionado del
tramo urbano no haría sino intensificar el poder erosivo y la posibilidad de
inundación aguas abajo, donde precisamente mayor riesgo existe, y con una
importante dotación de servicios públicos en zona inundable. Y en este caso,
junto con la escollera existente en la margen izquierda, acrecentaría los
problemas de incisión en el fondo, que
ya son evidentes en todo el tramo urbano, con consecuencias negativas para la
propia estabilidad de la escollera y de los puentes. Remarcamos que habría que
tender hacia otras alternativas para fijar el talud, basadas en el respeto al
ámbito fluvial y en herramientas como la bioingeniería, igual de seguras que
otras medidas más duras, y que podrían permitir al río un mayor desarrollo
lateral, recuperando incluso la funcionalidad de algún ojo del puente de San
Juan de Ortega. Asimismo, este tipo de intervenciones garantizan un menor
impacto ecológico, lo cual adquiere una dimensión de gran importancia, no solo
por el gran valor ecológico del tramo, sino porque el río Najerilla aporta una
gran variedad de servicios ecosistémicos a la ciudadanía, relacionados con su
papel como zona de ocio y esparcimiento, pesca, turismo, belleza y valor
sentimental. En este sentido, la construcción de una escollera en la margen
derecha, junto con la existente en la margen izquierda, conduciría a la canalización
de facto del río, el cual perdería gran parte de los valores anteriormente
citados. Como conclusión, creemos que las medidas que se tomen deben considerar
un tramo fluvial amplio y estar basadas en los conocimientos que aportan la
hidromorfología y la ecología fluvial, así como posibilitar procesos de
consulta y participación de la ciudadanía. No nos conformemos con un río
canalizado basado en actuaciones propias del siglo pasado. Convirtamos al
Najerilla en Nájera en un modelo de gestión fluvial segura y sostenible, un
ejemplo para mostrar a la ciudadanía y a las personas visitantes. Y no seremos
los únicos en hacerlo, ni mucho menos. De acuerdo a estas líneas básicas de
intervención se han venido restaurando una gran variedad de tramos fluviales en
España, entre los que destacan por su gran impacto mediático, los ríos Besós en
Barcelona o Manzanares en Madrid, cuya restauración fluvial se ha convertido en
una seña de orgullo para toda la ciudad. Tomemos ejemplo y sigamos las
recomendaciones de la normativa y de la Ciencia. Por último, las entidades
citadas hemos mostrado al Ayuntamiento de Nájera, una vez más, nuestra entera
disposición para colaborar en el desarrollo de las diferentes propuestas
indicadas.