El ayuntamiento de Nájera encargó arreglar el descampado de la calle
Canalón la semana pasada, después de que millares de conductores que lo
utilizan habitualmente como aparcamiento (sobre todo los jueves de mercadillo),
tenían que salir de sus vehículos con flotador. Tan lamentable era el estado en
el que se encontraba, que este año no pudo hacerse allí la hoguera de San Juan.
Aunque la realidad, que es muy tozuda y puñetera, ha demostrado que al
Ayuntamiento no le dio la gana que se hiciera allí, para cambiar el recorrido,
ya que, tal y como me dijo un conductor de palas mecánicas en el tradicional desentierro
de la Venancia, eso costaba arreglarlo un par de mañanas. ¡Y así ha sido! Ahora
pastan y sestean allí hasta camellos.