Se lo pregunto, porque aparte de todo lo que ya
le dije a usted hace unos meses, hay un tema del que no solo le oía hablar a
usted cada día, sino que nos convocó allí un montón de veces a los medios de
comunicación, en alguna ocasión hasta nevando, para decirnos cómo Zapatero
boicoteaba el desdoblamiento de la N-232, porque no le importaba nada La Rioja.
Según sus propias palabras, “Zapatero y Rubalcaba (había que denostar también a
quien lo iba a suceder) paralizaron y retrasaron durante casi ocho años de
Gobierno las obras del desdoblamiento, por lo que a los dirigentes socialistas
se les debería caer la cara de vergüenza cuando hablan de este tema”. Pues
bien, soslayando si ese desdoblamiento es un logro de futuro o un auténtico
desatino (para mí la solución pasa por la liberalización definitiva de la
autopista AP-68, convenientemente integrada en la red regional de carreteras
mediante los enlaces oportunos), llevo ya casi dos años sin oírla criticar a
Rajoy por boicotear las obras del desdoblamiento de la N-232, y sin verla
convocar ruedas de prensa in situ, para decir que a los dirigentes populares se
les debería caer la cara de vergüenza al hablar de este tema. ¿Qué ocurre,
señora senadora? ¿Es que ahora no importan los años que se tarde en llevarlo a cabo?
¿O es que quizá le ha comido la lengua el gato? ¡Por favor, díganos usted algo!