Este fin de semana la cofradía de Santa Gertrudis ha celebrado por todo lo alto su festividad, haciendo felices a pequeños y mayores con sus alegres pasacalles, acompañados de gaiteros, cabezudos y gigantes. Los cofrades, por su parte, han disfrutado de misa, refrigerios y cena de hermandad, hasta bien entrada la noche. Por cierto, de no haber sido por ellos, ayer habrían estado vacías nuestras calles. Jamás he visto un sábado con menos gente.