Cuando la semana pasada vi las vallas en la hundida calle Canalón, me
dije: “Vaya, menos mal que van a eliminar una vergüenza nacional”. Mas parece
ser que no. Que lo que el Ayuntamiento de Nájera va a hacer es seguir en su
línea: Parchear. Esto no sería grave si esta calle estuviera escondida y fuera
poco transitada. Pero se da la circunstancia de que desde el mismo Ayuntamiento
se ha impulsado el que sea la más transitada de Nájera (sobre todo los jueves
de mercadillo), desde que trasladó el Monolito para hacer su acceso más funcional, sin caer en
la cuenta de que iban a dirigir el tráfico por media calle adornada con chapas, para
ir a parar a otra que está totalmente hundida. Lo cual, se mire como se mire,
es, además de una temeridad, una irresponsabilidad.