A pesar de que ayer, sábado 5 de Julio, la
temperatura fue buenísima, no pudimos escuchar las interesantes historias que
Víctor Lanchares, profesor de la UR de matemáticas, y miembro de la Agrupación
Astronómica de La Rioja, nos cuenta sobre las estrellas, porque el cielo estaba
totalmente encapotado. Tampoco pudimos admirar el firmamento desde su telescopio
por el mismo motivo. Pero sí disfrutamos, empero, de la amena y enriquecedora
lección de Historia –con mayúscula- que Esther López Ojeda, Presidenta de dicha
Asociación, nos dio sobre las Plazas de España y de Navarra, de la ermita, del
puente, del cementerio, del Alcázar, de las distintas Iglesias y sus enclaves, de
las antiguas entradas a Nájera, de los Castillos, de los nombres de sus
moradores, de sus desencuentros, y de las batallas que allí libraron
entre ellos, todo documentado con magníficas fotografías y planos. Una de las
cosas que más volvió a sorprender a la mayoría de los asistentes fue la existencia del puente que unía Malpica
con el Castillo, y la prohibición -aún existe en nuestro Ayuntamiento- de
suicidarse arrojándose desde él al vacío. Acabada la gratificante lección,
fuimos subiendo con gran alborozo –los niños la gozaron como los indios- hacia
la cima del Castillo de la Mota, donde, una vez extasiados con las maravillosas
vistas que a esas horas ofrece tan estratégico lugar, dimos buena cuenta de los
bocadillos, ante el asombro de un peregrino que se encontraba allí, con su
tienda de campaña, cual señor del Castillo. Terminada la larga cena –se estaba
de maravilla-, Víctor Lanchares nos anunció lo ya dicho: Que era imposible
explicarnos nada sobre las estrellas por estar encapotado el cielo. Anuncio que
fue acogido con sonoros y prolongados aplausos por el gentío. Y no quiero
terminar esta entrada sin deciros que en esta “III noche de historia y
estrellas”, se batieron todos los records, ya que la asistencia de
excursionistas fue casi de trescientos. ¡Enhorabuena, pues, por tan notable
éxito!