Tal y como os
decía en la entrada anterior, Ruth Sáenz e Irene
Santamaría resultaron ser una auténtica revelación. Las dos, cada una en su
estilo, brillaron con luz propia ante una muchedumbre expectante de cómo iban a
salir del “lío” en el que se habían metido. Pero lo cierto es que todo fueron
agradables sorpresas. Viendo el cartel elaborado por César, todos dábamos por
hecho que Ruth
acompañaría con su guitarra a Irene Santamaría.
Pero hete aquí que no, que Ruth actuó en solitario
-y de qué manera-, e Irene lo hizo
acompañada al piano por el genial Elías. En cuanto
al repertorio, la mayoría de nosotros pensábamos que no daría para más de media
hora. Pero ¡cuán equivocados estábamos! La actuación de estos tres najerinos
fue, además de extensa, brillantísima. No tengo más remedio que quitarme el
sombrero, y felicitar a los tres artistas najerinos, a los que leyeron las
poesías, al genio de la luz y el sonido, Andrés Gómez Tejada,
y a Manolo,
responsable de que existan noches mágicas como esta.