A pesar de lo que muchos najerinos puedan pensar, Manolo y Fran han
estado todo el verano cambiando -cuando no perdiendo- dinero con las
actuaciones de los viernes, para que en esta moribunda ciudad haya algo que
atraiga al personal. Tanto es así, que Fran dijo basta, y Manolo se vio en la
encrucijada de hacer lo mismo que su compañero o seguir con la programación
hasta el final. Y hete aquí que, aun asumiendo el riesgo de trabajar como
negros -él y sus camareros- y perder dinero con la celebración de la V Fiesta
de la Ternera Asada, Manolo decidió celebrarla en solitario, para que najerinos
y visitantes tuviéramos en Ferias un aliciente más. Y mira por dónde –algunas veces
existe la justicia-, fue un éxito espectacular. Tanto es así, que sin él
saberlo, adquirió la responsabilidad de seguir celebrándola, porque quedó
sobradamente demostrado que está firmemente institucionalizada en nuestra
ciudad. Fue una auténtica maravilla ver en la fila a personas -sobre todo
jubilados- que no salen a alternar jamás, y toda la ribera repleta de najerinos
y visitantes disfrutando de tan exquisito manjar. Todo contribuyó a este gran
éxito: El tiempo, el asador, el que despieza la ternera, los camareros, la
masiva afluencia de público… y, sobre todo, los arrestos de Manolo, que fue
coherente hasta el final.