El Ayuntamiento de
Nájera ha demostrado estos últimos días que es un auténtico desastre
organizando fiestas, ya sea por desidia, ya por incompetencia. Primero, elabora
un programa de fiestas lleno de desatinos, y tiene que dedicarse a quitar todos
los carteles con los que había empapelado Nájera, para hacerlos de nuevo
corregidos y volver a colocarlos. Después, a pesar de estar en vísperas de San
Prudencio “El meón”, no tienen previsto un plan B por si acaso nuestro Patrón
hace honor a su apodo, y tienen que dar de malas maneras los pañuelos -algunos padres
se fueron sin ellos-, en el portal del Ayuntamiento. Y para culminar -de momento-
la desidia o la incompetencia, después de que siempre se han retirado los
coches de la calle Descampado para hacer las hogueras el día de San Crispín, o
más recientemente, para que las madres y padres de los alumnos y alumnas del
colegio La Piedad, vean cómo entran sus hijos a clase, no se les ocurre poner
unos carteles el día anterior -o incluso antes- a la celebración del VIII
Escaparate del Rioja, pidiendo que no aparquen hasta las cinco de la tarde, y
tienen que estar ahí centenares de participantes tomándose los vinos entre los
coches. Eso, además de temerario por los daños que voluntaria o
involuntariamente se les puedan hacer, es indecente. Las cosas hay que pensarlas,
trabajarlas y planificarlas. Dejarlas a la buena de Dios, es de indolentes e
incompetentes.