Después de muchas
campañas, reuniones, dudas, recogidas de firmas y alarmas infundadas, se
celebró en Nájera el Primer Día de La Rioja el 8 de Octubre de 1978, con la
asistencia de numerosas Peñas, Partidos Políticos: ORT, PT, PC… y más de 15.000
personas de los pueblos que hoy conforman La Rioja. Fue una jornada festiva en
la que no faltó la polémica al hacerles entrega de las firmas recogidas por la
Coordinadora a los parlamentarios riojanos, y éstos se fueron del acto como rata
por tirante al ser abucheados por el numerosísimo público existente en la
explanada donde hoy se ubica el aparcamiento en el que se celebra cada jueves
el mercadillo, al finalizar la lectura del manifiesto del Día de La Rioja -lo
leyó mi Compañero y Amigo, Rafael Fernández Aldama- en el que se criticaba
duramente a los partidos mayoritarios. Yo estaba entonces en el Mesón Duque
Forte -hoy Paseo 13-, y doy fe de que vendí miles de bocadillos, a pesar de
tener un puesto del Partido Comunista en el mismo quiosco, a escasos veinte
metros, donde también vendían bocadillos y refrescos. Fue un día increíblemente
hermoso, que se celebró con gran algazara y alborozo a pesar del miedo que
desde algún medio de comunicación les habían metido a los riojanos en el cuerpo.
Después se siguió celebrando algunos años más antes de que, desafortunadamente,
los políticos de turno dispersaran los actos por todos los pueblos de La Rioja,
consiguiendo que este histórico, hermoso y reivindicativo día fuera el más
anodino del año. Y para terminar de rematarlo, los de Logroño, muy vivos ellos,
lo pasaron al 9 de Junio para hacerlo coincidir con la festividad de San
Bernabé -11 de Junio-, y poder irse, así, de puente a la playa todos los años. Este,
y no otro, es hoy el verdadero espíritu del Día de La Rioja.