Hemos cumplido dos años
ya con la carretera de Peñaescalera cortada. Esto es algo que ninguna ciudad
del mundo consentiría. Pero Nájera es diferente. Aquí, los problemas de verdad,
nos la sudan. -Perdón por la expresión, pero es que esto me sobrepasa-. ¿Pero
tanto cuesta tirar la gunita que cuelga de la falda del monte, retirar los
escombros y dejarla expedita mientras dilucidan qué solución toman? ¿Cuánto
tiempo más vamos a permanecer impertérritos ante esta abyección de los ineptos
que nos gobiernan? Este sangrante tema hay que solucionarlo ya. Y hay que
solucionarlo construyendo un nuevo vial. Todo lo demás, será una broma pesada. Si
nuestros políticos no son capaces de ponerse de acuerdo en un problema tan
crucial, que dimitan inmediatamente y se vayan a casa a descansar. Dicen que “no
hay nada mejor que descansar después de no haber hecho nada”.