No consintáis que nada
ni nadie os distraiga. Mañana no es un día de fiesta: ¡Es un día de lucha! Y
ahí tenéis que estar todas, con dos ovarios y unidas. Solo así conseguiréis que
en España, en Europa, en el Mundo, resplandezca la verdadera Justicia. No
consistáis que nadie os distraiga. El 8 M es el día de vuestra lucha. Una lucha
tan necesaria como justa. Yo, como hijo de Madre; hermano de hermanas; padre de
hija, pongo en vuestra victoria mi vida.